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Este martes 28 de febrero, el Senado de los Estados Unidos volvió a entrometerse en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela al exigirle al Gobierno Nacional que “libere inmediatamente prisioneros políticos” y además permita la distribución de “ayuda humanitaria”.
¿Cuáles serán esos prisioneros políticos? Porque Lepoldo López y sus amigos están presos por haber promovido la violencia del plan La Salida, que dejó a 43 familias enlutadas, cientos de heridos y millonarios daños al patriomonio público.
Asimismo, en una resolución de tres páginas firmadas unánimemente, apoyaron la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de invocar la Carta Democrática Interamericana para “evaluar” la situación de Venezuela. En ese sentido, los senadores instaron al presidente Donald Trump a proporcionar “apoyo pleno a los esfuerzos de la OEA en favor de soluciones constitucionales y democráticas” a la situación política.
De igual manera presionaron a Trump para que “oriente a las agencias federales a hacer responsables a funcionarios de Venezuela por violaciones a la legislación estadounidense y abusos de derechos humanos internacionalmente reconocidos”, en un claro intento de fracturar las relaciones entre ambos países y continuar aupando la injerencia.
Con el Mazo Dando