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En noviembre de 2019, una neumonía de origen desconocido fue detectada en la capital de una provincia de China, Wuhan, que llevó al cierre total de esa ciudad en diciembre de hace un año. Mientras el mundo continuaba su ritmo frenético “normal” del último trimestre, en especial EE.UU. cuyo presidente, Donald Trump, juraba que solo era un “virus chino”, creyendo que el problema de epidemia interna solamente afectaba al gigante asiático y que debía resolver en solitario, las autoridades chinas actuaron y pusieron en cuarentena a la población afectada y comenzó la investigación y lucha del patógeno responsable, el Sars-CoV-2, que ocasiona la enfermedad bautizada como COVID-19.

Un año después de aquellos acontecimientos aparentemente inconexos, la pandemia global paralizó al mundo, cobrando hasta ahora la vida de 1 millón 740 mil 646 víctimas y contagiado a más de 79 millones 200 mil 376 personas (Jueves 24D) en todos los países, atacando con gran virulencia a las grandes naciones capitalistas como EE.UU. y de Europa, cuyos sistemas de salud pública colapsaron, quedando en evidencia su ineficacia para atender y proteger a los más vulnerables.

EE.UU. ocupa hoy día el primer puesto mundial de contagios, con 18 millones 919 mil casos de infectados, de los cuales 11 millones 104 mil están recuperados y con más de 334 mil 239 muertos. Brasil, India, México, Italia, Reino Unido, Francia, Irán, España, Rusia, Argentina, Colombia y Perú ocupan los lugares del segundo al decimotercero en números de fallecidos. De esta lista, Irán y Rusia son los países que –tal como Venezuela– además de luchar contra el virus, están afectados por las llamadas “sanciones” económicas de EE.UU.
En contraste, China ha recobrado su ritmo y cotidianidad normal, tras meses de lucha que aún mantiene, registrando para las estadísticas 86 mil 899 casos de contagio, con 81 mil 950 pacientes recuperados y un total de fallecidos de 4 mil 634 víctimas.
Hoy, un año después, un estudio reciente de investigadores italianos y canadienses reveló al mundo que un niño de 4 años residente en Italia, que nunca había viajado al exterior, fue detectado con COVID-19 en noviembre de 2019, tres meses antes de que se reportase el primer caso confirmado en el país europeo, con lo cual se pone en duda dónde en realidad comenzó esta epidemia que degeneró en pandemia mundial.

Pero ya, a comienzos de 2020, se había denunciado que el ejército de EE.UU. pudo haber llevado el virus a Wuhan en octubre 2019, durante los juegos militares realizados en esa ciudad.  Las evidencias fueron presentadas con  videos de las declaraciones del director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), Robert Redfield, quien declaró ante el Congreso que algunos estadounidenses muertos aparentemente de influenza tuvieron un resultado positivo para el nuevo coronavirus en el diagnóstico póstumo, mucho antes que apareciera en China.
La República Popular China logró una victoria sin precedentes en estas situaciones de pandemia global. En marzo de 2020 Venezolana de Televisión (VTV) transmitió el Documental Bloqueo, un mes en Wuhan, material audiovisual que muestra cómo el país asiático enfrentó el grave foco viral en aquella localidad rural, de una epidemia que la afectó nacionalmente en diciembre de 2019 y que en menos de tres meses fue controlada y abatida.

Este audiovisual con el resumen de las decisiones científicas, sociales y políticas tomadas por China, es una guía que sirvió al presidente de la República, Nicolás Maduro, para tomar como ejemplo de los chinos en Wuhan y proteger a Venezuela.

Gobierno Bolivariano protege salud pública

En Venezuela, por otra parte, desde el 11 de marzo de 2020 cuando la OMS declaró la pandemia, el Gobierno Bolivariano y toda la población han logrado demostrar que, en medio de las criminales medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. y países capitalistas subalternos, su lucha disciplinada, resistencia y conciencia están progresivamente controlando el contagioso y mortal virus.

Ante el bloqueo imperial y los ataques de gobierno derechistas en países vecinos, que auguraron mediáticamente profecías apocalípticas, la Revolución Bolivariana logró sortear dificultades para mostrar estadísticas notables en la lucha contra la COVID19.

Desde el mismo 12 de marzo, el Gobierno Nacional adoptó medidas de protección inmediatas.

El Jefe de Estado declara la emergencia al sistema de salud público y privado en el país
Crea y declara en sesión permanente la Comisión Presidencial para control y prevención del Covid-19
Se suspenden las clases presenciales en todos los niveles de educación, se implementa Plan Toda la Familia una Escuela y otras innovaciones usando las tecnologías de información y comunicación, se suspenden conciertos, eventos masivos, deportivos, culturales
El 16 de marzo se declara cuarentena radical, voluntaria y consciente en todo el territorio nacional, y se inician planes de desinfección masiva y diaria de espacios públicos.
Se adoptan medidas económicas, crediticias y fiscales para proteger a trabajadores, pequeñas y medianas empresas y el ingreso familiar.
Se otorgan bonos mensuales de incentivos para quedarse en casa, facilitar la teleeducación, el teletrabajo, los CLAP y otros beneficios a través del Sistema del Carnet de la Patria
Se reimpulsa el Plan Vuelta a la Patria para auxiliar y atender gratuitamente a los venezolanos que fueron maltratados en el exterior o que habían quedados varados por la pandemia en otros países
Se ordena cerco sanitario en fronteras, se instalan campamentos médicos cívico-militares en los Pasos de Atención Social Integral (PASI) para atender a la población migrante de connacionales que retornan -incluso hasta caminando- a Venezuela.
Se refuerzan vínculos de cooperación con organismos como la OMS, OPS, ONU, además de estrechar colaboración con países aliados como Cuba, Rusia, China, Turquía.
Actualmente se realizan ensayos de fase tres con las vacunas que se desarrollan internacionalmente, especialmente la rusa Sputnik V, y se preparan los mecanismos necesarios para iniciar vacunación en el segundo trimestre de 2021.
Hoy, a un año de la aparición del coronavirus en el mundo, Venezuela registra 111 mil 024 contagios (jueves 24D), con una tasa récord de recuperación de 95%, al sumar 105.249 pacientes sanados totalmente mediante tratamientos absolutamente gratuitos, (Día 283 de la lucha contra la COVID-19). El número de decesos en Venezuela se ubica en 1.002 víctimas desde el inicio de la pandemia.

Con estas cifras, el país ocupa el puesto 83 en casos fatales y 72 de contagios, en el conteo mundial que realizan los organismos de salud del planeta.

Una inédita y exclusiva Fórmula 7+7

El 29 de noviembre, el presidente de la República, Nicolás Maduro, informó que Venezuela presentaba en promedio 13 casos activos de COVID-19 por cada 100 mil habitantes. Reveló que el promedio de casos por semana era de  322 y 328 altas médicas, lo cual indicaba una reducción sostenida de los casos desde mediados de septiembre hasta la última semana de octubre, meses que fueron de alta incidencia por el retorno de migrados que huían del desastre epidemiológico, social, económico y xenofóbico de los países vecinos como Colombia, hasta bajar a una “meseta” en la curva de contagios, que se ha mantenido con poca variación.

El éxito se debe en gran parte a la Fórmula venezolana de Cuarentena y Flexibilización 7+7, que se comenzó a aplicar a partir del mes de junio, cuando se modificó el esquema de flexibilización relativa del confinamiento social, al nuevo método de 7 días de trabajo y 7 días de cuarentena radicalizada.

Esta fórmula absolutamente nacional, basa su éxito en la conducta consciente, radical, voluntaria, familiar y comunitaria de los venezolanos, tanto en el acatamiento de las instrucciones emanadas por el Ejecutivo y las autoridades sanitarias y de salud, como de las actividades económicas de los sectores productivos.

El 4 de octubre, este esquema se reforzó al extenderse en la nueva modalidad 7+7 Plus, con lo que sería una nueva semana de flexibilización laboral y social, para aumentar la protección de los venezolanos dentro del combate contra la pandemia del coronavirus.
“Esta semana a partir de mañana, 5 de octubre, vamos a la nueva etapa del 7+7 PLUS, para culminar el año 2020 en plena unión nacional y disciplina consciente, cuidando a la familia y cuidándonos. La consigna no podría ser mejor, pasaremos del eslogan quédate en tu casa a una consigna más abarcadora: en Venezuela decidimos cuidarnos“, dijo entonces el presidente Maduro.

El 29 de noviembre, Venezuela entró en la Flexibilización Vigilada Navideña con 53 sectores económicos activos, cuando el Mandatario Nacional anunció que todo el mes de diciembre los venezolanos y venezolanas disfrutarían de sus actividades cotidianas respetando los protocolos de bioseguridad (tapabocas, distanciamiento físico, lavados de manos, desinfección y protección general), para luego retomar la  cuarentena 7+7 Plus en enero 2021.
El dignatario, durante una alocución desde el Palacio de Miraflores, destacó la eficiencia de la fórmula de prevención del contagio del coronavirus en el país, en contraste con lo que está ocurriendo en el resto del mundo.

Al recordar que algunos gobiernos que atacan a Venezuela, impulsaron una campaña mediática con noticias falsas para atribuir pronósticos agoreros sobre la pandemia en la patria de Bolívar, ahora ellos presentan graves casos de rebrotes que los han obligado a aplicar toques de queda militar, confinamientos severos para la reducción de la movilidad social y hasta la aplicación de multas para obligar a la gente a quedarse en casa.

Por el contrario, la Fórmula venezolana ha logrado reducir considerablemente los casos de contagio en Venezuela, incluidos los que regresaron enfermos de Colombia, Brasil y otros países vecinos que son una grave amenaza a la salud pública de los venezolanos, debido a la alta curva de infectados y el número de fallecidos que se incrementan cada día en esos países con gobiernos neoliberalesque no protegen a sus pueblos.

“La Fórmula venezolana 7+7 plus, lo puedo decir al mundo, ha resultado ser un método fiable, efectivo, confiable, que permite combinar dos elementos: la cuarentena o confinamiento -como llaman por allá en Europa- radical en el caso nuestro, con la flexibilización organizada”, sentenció el presidente Maduro.

El Gobierno Nacional evalúa comenzar enero 2021 con 14 días de cuarentena radical y pidió a la población reforzar las medidas de protección individuales y colectivas para evitar contagios de COVID-19, ante cualquier incremento de casos que pueda comprometer la lucha contra este flagelo mundial.

Pero en la semana del 21 de diciembre, el mundo se impactó con la noticia de una mutación del coronavirus detectado en Reino Unido, con una nueva cepa que provocó el cierre aéreo de Europa con Gran Bretaña por parte de países preocupados por evitar el rebrote de un virus mutado. No obstante, mientras la OMS comenzó a investigar esta nueva dificultad, los medios internacionales comenzaron a informar que ya la mutación estaba circulando en el viejo continente y hasta EE.UU. y otras zonas.

Ante este nuevo escenario, el Presidente Maduro alertó que una vez las autoridades científicas culminen y le presenten un documento con resultados del estudio sobre esta amenaza, anunciará los pasos siguientes dentro de la cuarentena en Venezuela. “Entonces anunciaré qué vamos a hacer en enero. Si retomamos el 7+7 o vamos a un método más radical”.

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