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Prensa PSUV.- El 19 de julio de 1979 amanecía la tierra de Augusto C. Sandino (La C. de su firma era por el apellido paterno Canelón, el pueblo lo bautizaría como César) Rubén Darío, Rigoberto López Pérez y Carlos Fonseca iluminada por un sol rojinegro, señal de que a la Plaza de la República (hoy Plaza de la Revolución) entraban los 9 Comandantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, liderados por Daniel Ortega junto a un desbordado mar de pueblo nicaragüense que celebraba la derrota definitiva del régimen de los Somoza, una casta de hambreadores de la sociedad nicaragüense quienes tienen como principal fechoría la traición y el asesinato de Sandino.
La terrible dictadura Somocista caracterizada por la feroz represión a la población, permitió generar una llama revolucionaria en la cual se forjo el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado en 1962 por el joven admirador de la Revolución Cubana Carlos Fonseca Amador, quien junto a varios estudiantes seguidores del legado de Augusto C. Sandino decidieron devolver la dignidad a Nicaragua que fungía como una de las principales espinas del patio trasero de Estados Unidos.
El FSLN tuvo una serie de errores y bajas antes del triunfo del 19 de julio, siendo un factor determinante la caída en combate de su máximo Comandante Carlos Fonseca en 1970, dicho hecho produjo una escisión del FSLN en tres tendencias: Proletario, Guerra Popular Prolongada e Insurrecional, a pesar de dicha división se mantuvo la Guerra de Guerrillas como táctica para la toma del poder, estallando en septiembre del mismo año acciones guerrilleras en varias zonas del país, teniendo como resultado la incorporación de grandes masas de nicas a la guerrilla.
Por medio la mediación cubana, fungiendo desde siempre como el faro de dignidad para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe se unifican las tres tendencias en marzo de 1979, fijando un programa de lucha en los cuales estaba como principales bastiones: La Justicia social para con los esbirros de la dictadura, educación y salud para el pueblo nicaragüense sin exclusión y reforma agraria. A partir de dicho momento se hace un llamado a toda la sociedad nica, fundamentalmente mujeres, estudiantes y religiosos quienes eran mayorías en la en ese entonces y además determinantes no solo en la incorporación en el FSLN sino en la dirección de la lucha revolucionaria contra el régimen de los Somoza y definitivamente recuperar la Patria mancillada por la bota gringa.
“La ofensiva final” puesta en marcha por el FSLN en junio rindió frutos el 17 de Julio cuando Somoza y sus allegados abandonaron el país, incluyendo muchos jefes de la Guardia Nacional, permitiendo la entrada triunfante del FSLN en Managua el 19 de julio, demostrando que un Pueblo Unido resuelto a libre no puede ser doblegado. La revolución sandinista fue destinataria de aquel mensaje de rebeldía, igualdad y justicia social embotellado lanzado al mar por Cuba un 1ro de enero de 1959.
Texto: David Graterol (Escrito para Prensa del PSUV)