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Según el rotativo, la medida confirmada este lunes por Brian Nichols, subsecretario estadounidense para América Latina y el Caribe, podría llevar a que países de la región se planteen no asistir a esa cita en Los Angeles, California, del 6 al 10 de junio.
El periódico recordó que tras conocerse la noticia, tanto Managua como La Habana y Caracas cuestionaron la decisión y a reglón seguido reprodujo denuncias del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, cuando afirmara que “ los grandes retos de la humanidad no se solucionan mediante la confrontación y la violencia, sino mediante la solidaridad y la cooperación”.
También indicó que el pasado jueves el embajador de Antigua y Barbuda, Ronald Sanders, durante una conferencia de la Caribbean Policy Consortium, aseveró que si Estados Unidos insiste en no invitar a Cuba a este encuentro, esto causará que inmediatamente 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) no participen.
El diplomático incluso mencionó que la posible presencia del opositor venezolano Juan Guaidó también podría provocar una reacción adversa en esa región.
Por su parte, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, condenó la medida y adelantó la posibilidad de que el Caricom actúe en bloque –de excluirse a Cuba–, que asiste a la cumbre desde la quinta edición en Panamá en 2015, agregó el matutino.
Para la catedrática Briseida Allard, de la Universidad de Panamá, también citada por el periódico, el estrecho vínculo de Cuba con el Caribe, llevaría a que la respuesta a esa decisión será el rechazo unánime al bloqueo estadounidense contra la Isla.
“A los países del Caricom les preocupa que la política exterior de Estados Unidos en otras partes del mundo, por ejemplo contra Rusia, podría afectar al Caribe al impulsar sanciones contra aliados de Moscú en la región”, reflexionó Allard.
De acuerdo con la internacionalista, programas como Petrocaribe, que son vitales para naciones pequeñas como las caribeñas –y para las cuales Estados Unidos no tiene ninguna alternativa– se verían afectadas con más agresiones económicas sobre Caracas o Cuba.
Para Allard, es muy probable que Washington trate –en la Cumbre de las Américas– de encuadrar a la región en torno a su disputa con Moscú por la invasión a Ucrania.
Una tarea compleja que ya cosechó su primer revés en el istmo tras la reunión de cancilleres de Centroamérica y el Caribe, cuya declaración final no consiguió una condena abierta contra Moscú pese a tener la presencia del alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, comentó el matutino.
Otros países como Bolivia, Argentina también rechazaron la exclusión planteada para la Cumbre, la segunda organizada en Estados Unidos desde la de Miami en 1994, precisó La Estrella de Panamá.
Prensa Latina