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Con cantos, carrozas y alabanzas, miles de fieles llegan de todas las regiones de Venezuela y fuera de la frontera para rendir honores a la Divina Pastora. Cada 14 de enero, los feligreses recorren más de 7,5 kilómetros desde la iglesia de Santa Rosa hasta la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, estado Lara.
La celebración es la procesión mariana más grande de Suramérica y la tercera del mundo, después de la virgen de Guadalupe, en México, y de Fátima, en Portugal, además cuenta con un despliegue de seguridad y la prensa nacional e internacional que acompañan a los peregrinos, refiere el portal web El Diario.
Asimismo, días antes del evento religioso la Arquidiócesis de Barquisimeto comienza en el pueblo Santa Rosa la celebración eucarística con motivo de la bajada de la Divina Pastora, y se da inicio a la misa con la asistencia de los habitantes.
La solemne bajada de la imagen se lleva a cabo los 5 de enero de todos los años y es un acto que simboliza la cercanía de la santísima madre con sus hijos y constituye el inicio de la preparación a la festividad litúrgica mariana de la Divina Pastora.
De igual forma, un equipo de organizadores se encarga de diseñar las prendas de vestir que lucirá María para la emblemática fecha.
Orígenes de la devoción
La devoción a la Virgen tiene sus origines en Sevilla, de España, en 1703, cuando se le presentó en un sueño al fraile capuchino Fray Isidoro de Sevilla. Luego de ese acontecimiento, el religioso acudió al taller del pintor Alonso Miguel de Tovar para solicitarle que la retratara.
Ese mismo año, se le realizó el primer culto público en esa ciudad española. En 1705 el escultor, Francisco Ruíz Gijón, elaboró la imagen de esta advocación para que hiciera su primera procesión en el país europeo.
En el transcurso de un año después, los frailes capuchinos la trajeron a los Llanos de Venezuela. La llegada de María a la iglesia de Santa Rosa de los Cerritos, cercana a la capital larense, se dio con el sacerdote Sebastián Bernal por una confusión, debido a que el padre pidió a un escultor que hiciera la réplica de la Virgen Inmaculada de la Concepción.
Dicha réplica se le solicitó para las iglesias Santa Rosa y a la Concepción de Barquisimeto, cuando el padre Bernal quiso corregir el error y enviar a la Divina Pastora a la iglesia de Barquisimeto, no fue posible, debido a que unos indígenas que pensaban levantarla en sus hombros, no pudieron cargar la imagen, argumentando que había aumentado su peso.
El padre interpretó esto como una señal divina y dejó a la virgen en Santa Rosa.
De acuerdo a otra fuente, 1855 se desató en Venezuela una terrible pandemia (cólera) en la que había carencia de medicinas, los pobladores decidieron sacar la imagen de la Divina Pastora en procesión por las calles de la ciudad de Barquisimeto, en el momento comenzó a cesar la enfermedad, los habitantes lo consideraron un milagro.
VTV