Opinión / Noticias / Roy Daza
Punto Crítico
Roy Daza
Siempre andaba con un pequeño cuaderno y varios lápices escribiendo poemas y documentos históricos, vivió con sencillez y de la manera más humilde, estudiaba con ahínco y llegó a tener una cultura universal, jugaba voleibol y nunca perdió la costumbre de cultivar verduras y flores, libertó a su Patria e inició la construcción del socialismo en Vietnam.
Un 19 de mayo de 1890, Ho Chi Minh, nació en la aldea de Hoan Tru, tierra de artistas y poetas que cuestionaban a los colonialistas franceses y querían que su milenaria nación recuperara la independencia, eso era lo que escuchaba en las pláticas familiares y mientras estudiaba literatura. Un día se fue en un barco y arribó a Marsella, estuvo en Estados Unidos, trabajó en Londres hasta que cruzó el Canal de la Mancha y llegó a París, donde encontró a paisanos suyos que luchaban por la emancipación. En 1919 presentó una moción ante la Conferencia de Versalles, que reunió a los vencedores de la Primera Guerra Mundial, solo pedía autonomía y libertades democráticas, nadie lo escuchó.
En el Congreso de Tours -en 1920- se afilia al Partido Comunista, por su plena identificación con las tesis de Lenin: “Sobre la cuestión nacional y las colonias”, escribe en Le Paria y L’Humanité. Viaja a Moscú y redacta: “El proceso de la colonización francesa”. Va a China, funda la Asociación de Jóvenes Revolucionarios. Escribe en periódicos, publica el texto: “El camino de la Revolución”. Vuelve a Moscú, y luego trabaja desde Tailandia para todo el sudeste asiático. En febrero de 1930 funda el Partido Comunista de Indochina. Cae preso en Hong Kong, y ya en libertad vuelve a Moscú, participa en el VII Congreso de la Internacional Comunista. En 1941 es capturado y pasa por más de treinta cárceles chinas, en la que escribe 130 poemas, recopilados en el “Diario de Prisión”. Remontando las altas montañas del norte retorna a su tierra natal, y funda la Liga por la Independencia de Vietnam.
Dirige la Insurrección de Agosto de 1945, y el dos de septiembre lee la Declaración de la Independencia de Vietnam como Presidente de la República. En 31 años de guerra, el pueblo vietnamita venció a los colonialistas franceses y a los imperialistas norteamericanos. No pudo ver la victoria definitiva el 30 de abril de 1975, falleció seis años antes, una hermosa frase rodea su mausoleo: ¡No hay nada más precioso que la independencia y la libertad! El inolvidable Ho Chi Minh, el querido Tío Ho, vivirá por siempre en el corazón de los pueblos.