Noticias / Memorias
El 17 de julio de 1989 un comando de la otrora Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), bajo las órdenes de Henry López Sisco, asesina a cinco activistas sociales cerca de la Plaza Tiuna (Caracas).
Los asesinados son: Luis Alfonso Barroso Zamora (dirigente social de la parroquia El Valle); Néstor Luis Hurtado (dirigente cultural de la parroquia La Vega); los dirigentes estudiantiles y hermanos Hernán José Cova y José Ramón Cova; y el excombatiente guerrillero Ángel César Camacho.
Estas muertes, sin embargo, son presentadas como resultado de un enfrentamiento entre la DISIP y presuntos delincuentes.
Henry López Sisco fue comisario de las policías políticas de la Cuarta República, en la época en la que los gobiernos del siglo pasado no sólo reprimían a los estudiantes, sino que también los “desaparecían”. Está acusado además de perpetrar las masacres de Cantaura (1982), Yumare (1986), El Amparo (1988), el Caracazo (1989), así como ser responsable de organizar el asedio a la embajada de Cuba durante el Golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez (2002).
En el trabajo Mártires del Puntofijismo, editado por la Defensoría del Pueblo, se registra este caso, de las miles de víctimas asesinadas, torturadas o desaparecidas en las décadas de la democracia representativa de la Cuarta República.
VTV