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Desde la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana en 1999, donde se aprobaron normas que rigen la materia comercial, los diferentes períodos parlamentarios durante los últimos 20 años, tienen pendiente la revisión del Código de Comercio que data de 1955, cuyos escenarios para las transacciones mercantiles entre personas naturales o jurídicas requieren ser plasmados en un nuevo ordenamiento jurídico, el cual necesita ajustes con los cambios tecnológicos y las nuevas formas del comercio nacional e internacional.
Durante la transmisión del programa “Ven Vamos Juntos”, conducido por Neptalí González desde la Radio 96.5 FM de El Vigía, en el Estado Bolivariano de Mérida, Ramón Lobo señaló que “las reglas del mercado han cambiado en los últimos años y el país debe discutir la manera como se va a relacionar en un mundo globalizado desde la perspectiva del socialismo bolivariano”.
En 65 años de nuestra historia las prácticas comerciales cambiaron
“Si un mérito tiene la revolución chavista es la capacidad para innovar en las nuevas formas del comercio internacional, especialmente desde que el gobierno de los EE.UU. decretara el bloqueo económico contra Venezuela y se nos declarara como una amenaza inusual, pues, el gobierno de Nicolás Maduro ha tenido que establecer intercambios comerciales que evadieron el cerco imperialista, generando una nueva realidad en las relaciones internacionales con países aliados y frente al deterioro de nuestra industria petrolera como la mayor fuente de ingresos” indicó Ramón Lobo.
Nadie puede negar el ataque despiadado a nuestra economía
Frente a las relaciones económicas y el poder político multipolar resulta “impostergable crear un basamento jurídico mercantil que proteja al ciudadano y al estado, ya que nos encontramos frente a un tipo de sociedad comercial donde gracias a la tecnología, el comercio ha dejado de ser local, y se ha transformado en un comercio globalizado, un comercio de redes, moderno, dinámico y con un mayor volumen de operaciones en todos los ámbitos, y nosotros estamos obligados a ir al ritmo de esos cambios sociales”.