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El País de España publicó una información que no puede pasar inadvertida debido a sus implicaciones. El gobierno de Mariano Rajoy repotenció 86 carros de combate AMX-30 de fabricación francesa. Los tanques son propiedad de Venezuela. Tal acción, según el referido medio, habría costado al Estado venezolano 70 millones de euros. Los tanques fueron adquiridos en 1970 y sometidos a una primera modernización por parte de empresas venezolanas, pero al parecer no se lograron los resultados necesarios.
Refiere el medio que poner al día los tanques se produjo después de que entrara en vigor el reglamento de la Unión Europea que prohíbe suministrar dicho material a Caracas. Aunque fuentes gubernamentales de ese país alegan que el contrato es anterior al embargo. No obstante, la pregunta que se presenta es: ¿no existe país aliado que garantice tal repotenciación, que por ser aliado se beneficie del contrato y que, en consecuencia, nos enseñe a hacer este trabajo?, pues cada vez, con más fuerza, los países se tornan más independientes a la hora de asumir acciones estratégicas de esta naturaleza.
Tanto Europa como Estados Unidos y Canadá, amén del llamado grupo de Lima parten del criterio según el cual existe un deterioro de la democracia en Venezuela, del Estado de derecho y de los derechos humanos. Por ello el Consejo Europeo aprobó, el 13 de noviembre de 2017, un embargo a Venezuela de armamento.
El problema en principio es por qué otro país, o conjunto de ellos, debe pronunciarse sobre un tercero. La soberanía es un elemento del Estado, tan importante como el Gobierno, el territorio o el pueblo. En segundo lugar, ser soberanos implica tener conocimiento sobre los asuntos que nos atañen. Dejar en otras manos asuntos estratégicos como la defensa o la seguridad en sus diferentes versiones no parece lo más conveniente para ningún país.
Ciudad CCS