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Camilo Enciso quien se desempeñó como secretario de Transparencia de Juan Manuel Santos, sacó a la luz un documento en el que afirma que el presidente Iván Duque tiene un “conflicto de intereses” en el caso Odebrecht.
En el texto destaca que Duque había declarado “haber financiado parcialmente la primera y segunda de sus campañas a través de préstamos del Banco de Bogotá”, y que obtuvo dos créditos por 9.709 millones de pesos, lo que representa el 58.75% del total de los ingresos de la campaña y para la segunda vuelta electoral obtuvo un tercer crédito por 5.500 millones de pesos.
“Así las cosas, los créditos concedidos por el Banco de Bogotá a la campaña, ascienden a los 15.209 millones de pesos, correspondiente al 66.92% del total de ingresos a la campaña presidencial“, reza el texto.
El Banco de Bogotá es una entidad bancaria que hace parte del grupo Aval, cuyos empresarios están vinculados con Corficolombiana, quien a su vez es socia minoritaria de la Concesionaria Ruta del Sol II, empresa involucrada en escándalos de corrupción con la firma Odebrecht, por lo que el presidente está en un conflicto de intereses en el caso en el que se debería juzgar a las empresas corruptas.
En el documento detalla que el presidente ternó a tres personas para la figura de fiscal general ad hoc, aún en conocimiento que tienen relación con los créditos concedidos. En el documento Enciso escribe: “tú me prestas y yo nomino a quien te investiga… no para que investigue el préstamo en sí, sino para que investigue los casos de corrupción en los que las empresas o vehículos de inversión de tu grupo se han visto involucrados”.
A juicio de Enciso, la prepuesta de Duque está “claramente diseñada” para no cumplir la labor hipócritamente encomendada. “El fiscal ad hoc se estrenará en el mundo del derecho penal, enfrentándose con abogados defensores curtidos a lo largo de varias décadas de experiencia profesional en la bancada y estrados judiciales”, y una de las postuladas es subalterna del presidente.
VTactual