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Por Roy Daza
177 países de un total de 193 que integran la Asamblea General de las Naciones Unidas ratificaron el reconocimiento de la legitimidad del Gobierno Bolivariano del Presidente Nicolás Maduro, hecho político que constituye un descalabro de la política injerencista del imperialismo norteamericano.
Se puede afirmar con toda propiedad que estamos rompiendo el cerco político que sobre nuestra nación impuso la Administración Trump, continuada por la de Biden, y ello es producto de la conciencia democrática y patriótica de todos los venezolanos y de todas las venezolanas, que se expresa en la resistencia heroica al bloqueo criminal, en la derrota de las incursiones mercenarias, en el rechazo a las amenazas de Washington, en repudio al robo de los bienes de la República en el exterior, de parte de la camarilla de Juanito Alimaña…
La democracia participativa de nuestro país mostró su fortaleza el 21 de noviembre, en la reconstrucción de la Asamblea Nacional, en la recomposición del CNE, y en el surgimiento de un mapa político plural, nuevas corrientes se expresan en el escenario político, estamos en un momento de mayor estabilidad política, y ese es un paso de alta significación, para alcanzar la estabilidad de la economía, que es el eje de la política trazada por el Presidente Maduro.
Ya es hora que los imperialistas y sus lacayos entiendan que a los hijos de Simón Bolívar no se nos puede doblegar, y que en el mundo está cambiando, que los valores de la solidaridad, de la democracia y del respeto a la soberanía, prevalecerán.
El descalabro en la ONU es el resultado, también, del diálogo político, por una parte, y por la otra: de la unidad de las fuerzas revolucionarias.