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El abogado Antonio Molina, defensor de las víctimas del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, indicó que los hechos violentos que precedieron la ruptura del hilo constitucional ese año se asemejan al escenario que busca construir la derecha hoy, cuando apela a la manipulación sobre la situación interna del país y, con ello, derrocar al presidente constitucional, Nicolás Maduro.
Tal escenario pretende evocar situaciones vividas hace 15 años, cuando dirigentes de la derecha desviaron una marcha convocada hasta Chuao, en el este de la ciudad, para llevarla al Palacio de Miraflores, en el centro de la capital, donde estaban concentrados simpatizantes al chavismo. A la altura del Puente Llaguno, se desataron acciones violentas -con participación de francotiradores escondidos en los edificios aledaños y efectivos de la Policía Metropolitana- que dejaron 19 muertos.
«Ellos elaboraron toda una estrategia para hacer parecer» a miembros del tren de Gobierno del presidente Hugo Chávez «como los responsables de aquella masacre, la utilización de toda una violencia de una supuesta marcha pacífica», indicó el abogado.
En el programa Boza con Valdez, transmitido por Venezolana de Televisión, mencionó que en el proceso judicial contra los responsables de la acción criminal, que produjo el asesinato de 19 personas, demostró que fue parte de una estrategia de manipulación de la derecha venezolana.
«En conclusión, los asesinos, los que perpetraron toda esa masacre, fueron factores de la oposición ligada a esos factores internacionales que han insistido en salir del proceso revolucionario», enfatizó.
Molina advirtió que la generación de acciones violentas en los últimos días se inscribe en los planes para hacer parecer que en Venezuela no hay gobernabilidad.
«Al igual que aquel entonces, en este momento hay toda una violencia desatada para hacer parecer» que el país «se le fue de las manos al Gobierno Nacional», agregó.AVN