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24.Ene.2021 / 09:45 am / Haga un comentario

Foto: Referencial

Edgardo Toro Carreño

El 2021 vislumbra como un año sumamente movido en la esfera internacional. Por un lado tenemos el desarrollo continuo del COVID-19 en el mundo. Millones de personas continúan batallando contra el Coronavirus y sus efectos perjudiciales para la salud, con el gran desafío y optimismo de que surja una vacuna efectiva que pueda detener la cadena de contagio del virus.

Por el otro lado, el reto en el ámbito internacional resulta consolidar una verdadera alianza que promueva una justa y necesaria cooperación entre naciones para atender de manera conjunta los embates negativos del COVID-19.

Observamos con preocupación que el capital financiero y los poderes fácticos se hayan encargado de promover una lucha frontal en el mundo por el posicionamiento de una vacuna contra el COVID-19, lo que ha generado una mayor desigualdad entre países ricos y aquellos en desarrollo. Por el contrario, Cuba y Rusia dando un ejemplo positivo al mundo al compartir con varios países -sin discriminación alguna- sus avances científicos para luchar contra el COVID-19

En este contexto, entra la República Bolivariana de Venezuela. Bajo un asedio político –sin precedentes– por parte del ex Gobierno de los Estados Unidos de América y algunos Gobiernos de la Unión Europea, el cual se ha incrementado en los últimos años para promover por la fuerza un cambio de régimen en Venezuela.

Evidentemente, producto de criminales medidas coercitivas unilaterales, se ha visto afectado el ejercicio político, democrático y económico del país, que ha impactado negativamente el disfrute de los derechos humanos del pueblo venezolano.

Han sido millones y millones de dólares que se encontraban en bancos estadounidenses y europeos y propiedades pertenecientes al Estado venezolano, que de manera ilegal y arbitraria algunos Gobiernos -con el respaldo de una pequeña oposición fascista del país- arbitrariamente se apoderaron con el único fin de enriquecerse ilícitamente y promover un Golpe de Estado en Venezuela.

Dinero del Estado venezolano que pudiera ser utilizado en la ardua pero necesaria batalla para erradicar el COVID-19 en nuestra patria.

Para el 2021 resulta fundamental continuar buscando vías políticas para lograr que los recursos substraídos ilegalmente regresen a nuestra patria.

También resulta un gran desafío para la Revolución Bolivariana la consolidación de alianzas en la esfera internacional para continuar contrarrestando los embates de la guerra económica. Ya el 2020 vislumbró grandes avances con países aliados como Rusia, China, Cuba, Turquía, Nicaragua, entre otros… así como con organismos internacionales, a saber: La ONU, la Cruz Roja Internacional, UNICEF, el PNUD, entre otros.

Respecto a las Medidas Coercitivas Unilaterales impuestas ilegalmente a Venezuela, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y varios procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se pronunciaron en contra de las mismas, solicitando que se levanten de inmediato o se suspendan durante la atención al COVID-19. Para este años es necesario contar con estos pronunciamientos que vienen a consolidar la legítima denuncia hecha por el Estado venezolano ante diferentes foros multilaterales.

El nuevo gobierno de EE.UU.

Nos encontramos frente a un nuevo Gobierno estadounidense. El 20 de enero de 2021 asumió la Presidencia de ese país el demócrata Joe Biden, quien derrotó al supremacista y racista Donald Trump.

Si bien es cierto que resulta un alivio, no sólo para Venezuela sino para el mundo entero, el no tener en la Casa Blanca al señor Trump, no es menos cierto que el señor Biden –por ahora– no representa un cambio en la política hacia Venezuela.

Posiblemente también resultará complejo el manejo de la política bilateral entre la nueva administración de la Casa Blanca y la Revolución Bolivariana. Conocemos de larga data la trayectoria del Presidente Biden y cómo ha promovido y apoyado invasiones estadounidenses desde los diferentes cargos que ha asumido: destacan las criminales invasiones a Irak y Libia.

Bajo ese contexto, y tomando en consideración la situación política entre ambas naciones, vemos con agrado el manejo –nivel estadista– del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, quien nuevamente ha llamado al diálogo y a la cordura política en la esfera internacional al nuevo Gobierno de los Estados Unidos de América. Les ha advertido no cometer el mismo error que su predecesor en el manejo de las relaciones bilaterales. Desde este punto, podemos decir que el Presidente Maduro continúa demostrando su capacidad diplomática y que busca generar negociaciones que permitan destrabar la delicada situación entre ambas naciones, en estricto apego a los principios del derecho internacional de respeto a la soberanía, el derecho a la autodeterminación de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y la integridad territorial.

Obviamente, el pueblo venezolano es consciente de la realidad que se vive en Estados Unidos, donde los poderes fácticos son quienes controlan la política exterior del país. Los “demócratas” –en la historia reciente- son quienes han promovido más invasiones y desestabilizaciones a Gobiernos soberanos que no se someten a sus designios hegemónicos.

Sin embargo, tomando en cuenta que ese país se encuentra inmerso dentro de una gran crisis política y social que pudiera detonar una guerra civil, podemos pensar de manera idealista que tal situación los puede tener ocupados y desvíe un poco la atención y se enfoquen en sus propios problemas políticos y sociales.

De igual manera, en 2021 el Estado venezolano continuará acudiendo a las instancias internacionales y foros multilaterales, particularmente la Corte Penal Internacional, para denunciar el criminal impacto de las Medidas Coercitivas Unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, impulsado principalmente por el gobiernos de Estados Unidos de América.

Controversia con Guyana

Otro importante punto en la esfera internacional para la Revolución Bolivariana es el tema del territorio Esequibo. Potencias colonialistas pretenden pescar en río revuelto y apropiarse de un territorio que se encuentra inmerso en un arbitraje internacional y que históricamente ha pertenecido a Venezuela.

En ese sentido, resulta fundamental para nuestro país continuar defendiendo firmemente nuestra posición histórica como legítimo derecho que tenemos sobre el territorio del Esequibo y rechazar con fuerza cualquier decisión que pretenda legitimar un proceso influenciado por colonias extranjeras.

Este es un gran tema que tendrá que atender con especial atención la Revolución Bolivariana durante el 2021, ya que con un Gobierno “demócrata” en la Casa Blanca y con el gobierno del Reino Unido apoyando a Guyana, la situación se torna sumamente perturbadora.

Otro punto del cual no vale la pena pronunciarse dentro de los retos y avances de la Revolución Bolivariana durante el 2021, es mencionar al desgastado y pavoso Grupo de Lima. Pero es importante destacar que

En 2021 la Revolución Bolivariana continuará observando como día a día se desmoronan uno a uno los pseudo gobiernos que integran el denominado Grupo de Lima.

La hermana república

Nuestra hermana y amada Colombia, con la cual compartimos una frontera de 2.219 kilómetros, ha sido gobernada muchos años por una derecha vinculada al cultivo, siembra y tráfico de drogas, así como a actos continuos de corrupción. Evidentemente apoyados por las administraciones gringas, quienes a ciencia cierta conocen la realidad sobre el alto cultivo de drogas y su posterior tráfico hacia Estados Unidos.

Obviamente, en el 2021 el Estado venezolano, mediante los cuerpos de seguridad competentes, tendrá la obligación de continuar garantizando y resguardando la soberanía de nuestra tierra, debido a los constantes, reiterados y frustrados ataques y magnicidios, firmados y financiados por el gobierno paramilitar de Iván Duque.

Petro y petróleo

En otro ámbito, para el 2021 resulta fundamental para el Estado venezolano seguir consolidando la estabilidad del mercado petrolero mundial, frente a las consecuencias del Covid-19 y lograr el nuevo comienzo económico postpandemia.

En el tema económico, Venezuela tiene un gran desafío: la consolidación del Petro como sistema monetario que pueda romper con la hegemonía de los sistemas financieros mundiales occidentales y podamos ingresar en una nueva vertiente en el mercado global que permita acceder a bienes y servicios mediante la utilización de nuestra moneda virtual.

El Plan Vuelta a la Patria continúa siendo un plan humanitario de alto nivel político que refleja al mundo entero la condición humana del Gobierno bolivariano, que pone a disposición de venezolanos y venezolanas en el exterior aviones de la Aerolínea CONVIASA para que de manera gratuita regresen a la patria y abandonen aquellos países donde Gobiernos irresponsables han promovido el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia.

En 2021, le corresponde al Gobierno y pueblo venezolano continuar consolidando el proyecto político socialista sobre la base de los principios humanistas de no dejar a nadie atrás. Año clave para impulsar el derecho al desarrollo de nuestro pueblo. Creación y desarrollo heroico… Sólo juntos, venceremos!!!

 

 

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