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12.Abr.2020 / 11:40 am / Haga un comentario

Foto: Con el Mazo Dando

La acción de autojuramentarse del títere imperial Juan Guaidó, es algo que aprendió hace 18 años, cuando el 12 de abril de 2002, luego de masacrar al pueblo, el fascismo venezolano instauró una dictadura, que aunque fugaz fue espantosa, y su “cabeza” era Pedro Carmona Estanga, quien junto a la cúpula empresarial, los medios de comunicación –los cuales fungían como partidos políticos de la derecha – y la jerarquía eclesiástica, consumó un golpe de Estado contra el entonces  presidente, el Comandante Hugo Chávez.

Después de la masacre del 11 de abril, aquel día se le vio la verdadera cara a la derecha fascista, que en sus ansias de poder efectuó cambios desproporcionados e implementó una política neoliberal, significando esto el retorno de la represión contra el pueblo venezolano.

Tras publicar una supuesta carta de renuncia del presidente Chávez, se intentó menguar la acción violatoria perpetrada contra la Constitución de la República, en tal sentido,  todos los medios de prensa escrita, se encargaron de dejar bien claro que el Jefe de Estado había renunciado, solo se escapó un detalle: faltaba la confirmación  del propio Comandante Chávez.

Las caras con sonrisa malévola sobraban en las puertas del Palacio de Miraflores, donde ese 12 de abril a las 4:00 de la tarde se llevó a cabo la auto juramentación, a través de una sesión que se desarrolló en el salón Simón Bolívar, donde además demostraron su repudio a la historia venezolana, quitando el cuadro del Libertador Simón Bolívar.

Ese día llevaron adelante uno de los hechos más lamentables de la historia del país, proclamando los siguientes cambios y medidas:

– La disolución del Parlamento (Asamblea Nacional), el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, de todos los gobernadores, alcaldes y concejales, la remoción del Fiscal General, del contralor, y del Defensor del Pueblo, de todos los embajadores, cónsules y vicecónsules, Misiones Permanentes Diplomáticas.

– Fueron eliminadas las 49 leyes habilitantes, entre ellas la Ley de Hidrocarburos, que garantizó el rescate de los recursos petroleros la plena soberanía de la industria nacional Pdvsa, y la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que inició la guerra contra el latifundio y el impulso de la producción agrícola.

– Fue derogada la Constitución que había sido aprobada por el voto popular de manera contundente en diciembre de 1999, con lo cual se reponía el nombre de la nación como: República de Venezuela, quitándole la condición de Bolivariana.

Esta gente no contaba con que afuera el pueblo se estaba organizando para devolver la democracia al país y pocas horas después, con el pecho al descubierto y la Constitución como arma, logró rescatar a la Revolución Bolivariana, que ya lo asumía como el camino para consolidar la igualdad y la justicia, por ende, no se dejaría arrebatar ese sendero que lideraba el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.

Con el Mazo Dando

 

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