Opinión / Francisco Rangel Gómez
DEBATE
@rangelgomez
A propósito de la visita del Canciller Libanés Gebran Bassil al estado Bolívar, repasábamos la historia de los países del Medio Oriente que han sido devastados por guerras y enfrentamientos bélicos. Son Pueblos que han visto de frente la miseria humana y material, superando una y otra vez las consecuencias de ataques violentos que arrasan la vida de inocentes y acaban con ciudades enteras. Todas estas pesadillas que son la realidad de la mayoría de los países árabes tienen una característica común, están aupadas por la mano imperial.
La nefasta experiencia que está escrita y también vive en el testimonio de quienes portan cicatrices en su cuerpo, en su memoria y en su conciencia nos ratifica la razón de la lucha por hacer prevalecer la soberanía y la independencia total y plena de nuestra tierra.
Con qué moral veremos a los ojos a nuestros hijos y nietos si nos confesamos favorecedores de una invasión con tropas extranjeras que atenten contra nosotros y, sin mediación alguna, con unos cuantos explosivos acaben miles de vidas, ciudades enteras, hogares, iglesias, hospitales. Cómo se le explica a un muchacho que su escuela fue bombardeada o que la mitad de la familia desapareció. Es la realidad actual de los países donde los planes injerencistas lograron fraguarse eficazmente.
Los Pueblos que saben el significado de estar en guerra y el alto precio que se paga con un intervencionismo, también alzan su voz para que todas y todos los venezolanos despertemos y luchemos juntos por resguardar nuestra Patria.
No podemos aflojar en la búsqueda permanente de blindar nuestra soberanía, tenemos casi 16 años luchando por sostener un proceso de justicia social, por instaurar un verdadero estado de derecho y desde hace 16 años existe la amenaza constante de quebrar nuestra intención de deslindarnos del decadente sistema capitalista; ése es el ‘pecado’ que nos pretende condenar al intervencionismo que hemos denunciado a escala internacional.
Hace 16 años rompimos el esquema del diezmo por renta petrolera, pusimos a valer nuestro principal recurso para beneficio de todas y todos los venezolanos, gracias a eso hoy sólo combatimos un 5% de pobreza extrema (del 20% que encontramos), fuimos reconocidos por organismos internacionales por logros inéditos como la erradicación del hambre y del analfabetismo; además de las 700 mil viviendas otorgadas a ese Pueblo que nunca tuvo la oportunidad de acceder a una casa digna, entre miles de logros más.
Son realidades que retuercen las vísceras a más de un enemigo de la Patria de Bolívar; al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional, deudas coercitivas que también saldamos hace mucho y con eso dimos un paso adelante por nuestra soberanía y la plenitud de una Patria en efervescencia.
Nos ha costado grandes esfuerzos mantenernos incólumes frente a tantas amenazas a escala mundial, pero en cada intento de golpearnos, nos hemos fortalecido, gracias al Pueblo, hecho cada vez más del Poder y de la Libertad, hoy somos dueños del futuro y estamos dispuestos a seguir haciendo nuestro propio sendero.
¡Viviremos y venceremos!