Foto: Referencial

POR: Geovanni Peña

Continúo aportando ideas para un debate en torno a un tema que abordo por 1ᴱᴿᴬ vez, la economía productiva socialista, en tal sentido debo reforzar lo último dicho en la anterior entrega sobre la practica en el trabajo, en este proceso complejo y exigente el hombre ve al inicio o comienzo, elementos que pueden inclusive parecer apariencias, o rasgos externos, o aspectos difusos, o situaciones aisladas entre lo que espera se dé, lo que ansía obtener y el resultado, aquí la sensación no debe ahogar a la aspiración, es decir la “percepción visual o auditiva” no puede minimizar lo planteado, planificado y al contrario debe ser entendido como un resultado inicial, como un alcance de etapas, y al respecto continuar, sin permitir que aparezcan impresiones desgastadoras del ánimo o del empuje, latigazos cerebrales de desgano y apatías o desencantos, no es momento de construir conceptos, es tiempo de seguir y trabajar hasta que aparezca más adelante el producto, y este que nos acerque al inicio de la palpación de hechos sólidos que así entonces aproximen la germinación de conclusiones lógicas. Acá ya existen entonces imbricaciones reales que con justa y precisa articulación nos permitirá el inicio de la construcción conceptual (teórica), a partir de un producto (experiencia), de un resultado (ideas), que es obtenido, por y con esfuerzo, que es consecuencia, del y con trabajo, en unidad, con disciplina, y con carácter productivo.

Alguien (un economista) me escribió y pregunto en la entrega anterior conceptualmente ¿Qué sistema ayudaría al socialismo? Me comento que le hace falta un condimento fundamental para esa comida; intentare construir respuestas a sus planteamientos.

En nuestra república tenemos un elemento que potencia el sector económico (es decir lo hace rentable en la adquisición de divisas) como es el petróleo y su industria, pero que produjo abandono y explotación desde hace muchos años, que no prestó la justa atención a la generación, diversificación y potenciación en algunas otras áreas, esto ocurría con intencionalidad imperialista en los gobiernos de la IV república. Con la llegada de Chávez a la Presidencia pocos años después nuestra Industria Petrolera, luego de haber sido liberada de la meritocracia entreguista inicio la construcción de una nueva, nuestra, soberana, integral e integradora, potente y antiimperialista empresa petrolera, con ello hemos podido avanzar en abonaje ciertamente la diversificación de nuestro aparato económico donde incluso los grandes convenios internacionales han servido y aportado mucho (hasta transferencia tecnológica), tenemos entonces el Renacer Prospero de una verdadera y amplia gama de desarrollo en nuestro sistema económico nacional, mas ahora con nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros los convenios con naciones como Rusia, China e Irán, entre otros, describen un nuevo horizonte en este ámbito económico.

Desde esta óptica entonces pudiéramos afirmar que hoy estamos ante una nueva economía nacional, y que en el pasado hubo en esta nación una burguesía entreguista y apátrida (a diferencia por ejemplo de la Brasileña), provocó que los partidos y los gobiernos se alinearan obediencialmente al imperio norteamericano, y se sintieran eternamente amarrados a sus designios, caprichos y obstinadas acciones, (sin ánimos de ofensas ni de descalificación), esa burguesía en nuestra patria puede ser catalogada como una burguesía parasitaria y que junto a aquel estado – gobierno y partidos consumaron a la más atroz entrega de recursos al imperio y permitiendo que se erigiera el estado-colonia que los norteamericanos siempre han deseado.

Ahora bien es necesario apartar las excusas, extirpar los odios, erradicar los temores y asumir con hidalguía la construcción valerosa de una economía productiva socialista en nuestra patria, en esto y con mucho ejemplo insistió y trabajo nuestro amado y eterno Comandante Chávez, el fue capaz de cortar para siempre el cordón umbilical que mantenía esclavizadamente conectado a nuestro país con el imperio y sus instituciones perversas (BM, BID, FMI) de la economía financiera mundial, Chávez en su accionar liberatorio, nos hizo nunca jamás dependientes del más grande saqueador del mundo.

Considero y allí coincido y hago muy valedera la propuesta de industria y economía planteada desde la visión de construcción integral de patria, es decir la economía como tributaría a la reafirmación total y definitiva de la patria, y el desarrollo de las industrias obedeciendo y atendiendo la total e integral satisfacción de las necesidades, de la población, y más aun de la producción de rubros, productos, bienes y servicios que haga vivible y placentera la cotidianidad de la ciudadanía, que incluso lo producido nos permita incrementar la solidaridad y complementariedad con nuestras naciones hermanas y aquellas que en su pobreza reclaman y exigen el derecho a vivir y no al poco subsistir que el imperio les impone.

Es necesario precisar que a partir de este trabajo desarrollare ideas entorno a lo que es una propuesta económica productiva, aun corriendo el riego de ser criticado con contradicciones e incluso de los y las que saben y se titularon para esta área del conocimiento humano.

Marx siempre describió lo medular e importante de la economía en la sociedad y ciertamente afirmó que quien maneja, es decir, domina o controla los medios y/o sistemas de producción marca la pauta e incide definitoriamente en lo sustancial y esencial del pensamiento y la actuación de la sociedad.

Considero que la economía productiva socialista es una escalera secuencial de diferentes estadios, modos y formas, y va desde el que produce como individuo, grupos, familias, consejo comunal, comunas, municipio, distrito motor y hasta lo nacional. En todas y cada una de ellas debe existir, organización, planificación, disciplina y ética productiva, dentro de la cual se impone un gran objetivo común el cual es generar bienestar, satisfacción, desarrollo, agradabilidad, confort, es decir, un buen vivir en la Patria, una economía que no genere felicidad social justa y total es un antifaz capitalista y por ende explotador, por ello es urgentísimo tener una real economía productiva socialista.

Un ciudadano sea cual sea su postura socio-cultural, sociopolítica y socio-económica debe verse como sujeto-fuerza productora y por igual la sociedad y las instituciones deben considerarlo como tal, de allí entonces, que ese ciudadano no puede ni debe aislarse, ni ser aislado de la sociedad, no puede ocultar, ni ser ignorado su patrón o modo productivo, no puede minimizarse, ni mucho menos ser subestimada su capacidad productiva, acá me refiero al constructor-albañil, costurera, zapatero, mecánico, sastre, herrero, plomero, electricista, barbero, carnicero, chofer, peluquera, cocinero, campesino, panadero, carpintero y otros que el capitalismo se empeña en desaparecerlos bien sea por la fuerte penetración de la moda, la abundancia y siempre desplazante “tecnología emergente” o incluso por la no continua y permanente formación de estos en el transcurrir generacional, todo proyecto social que empuje o desarrolle el socialismo debe y tiene que contar con estas fuerzas y sujetos laborales que produzcan bienes, servicios en ese nuevo constructo donde entonces su producción complemente el vivir, genere felicidad, desarrollo, prosperidad combata el desempleo, ocupe a la gente y lo más importante no cree vacios donde siempre el capitalismo avanza, recordemos que el socialismo se comienza a construir desde lo pequeño, si se hace esto podemos afirmar que allí esta Cháve1, estos son los sujetos protagónicos de esa base de esa economía productiva socialista .

“Por Chávez Seguiremos haciendo Patria Potente”