Opinión

  • Nos vemos en Santa Inés

    El próximo 10 de diciembre se cumplen 158 años de la Batalla de Santa Inés. Batalla por la igualdad social, por el respeto a la dignidad del pueblo, por la verdadera independencia, por la soberanía popular.

  • Mujer, espejo de la humanidad

    “La violencia es el último recurso del incompetente” escribió el escritor de ciencia ficción estadounidense Isaac Asimov, y cuando esa violencia es producto de una cultura patriarcal, machista, la marca de la injusticia crece a niveles exponenciales.

  • Venezuela en default: sacando cuentas

      Pasqualina Curcio Curcio ¡La planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!” Cipriano Castro 1902 Titulan los medios de comunicación en el mundo: “Venezuela al borde de la quiebra por no poder pagar su deuda” ; “Es el momento de aplicar un embargo petrolero a Venezuela”. Ni en quiebra, ni […]

  • Chavistamente: El efecto murciélago

    La orfandad de liderazgo de la oposición es tal, que el simple aleteo de un vampiro, rumbo a Madrid, produjo una especie de brevísimo efecto Mariposa -efecto murciélago, diría yo-, que llevó a algunos de opositores aferrados de la nada, a desear en voz alta, sin pudor alguno, que se nombre al Vampiro “¡Presidente, presidente! En el exilio pero presidente”.

  • Siria resiste

    El Imperio Norteamericano tiene la obcecada manía de ejecutar sin misericordia la aniquilación programada y sistemática de pueblos enteros. Perpetrando la destrucción, con total impudicia, por simple antojo, miedo o delirio imperial. En las últimas décadas ha dejado un terrible legado de destrucción y muerte, arrasando con millones de vidas, con culturas y formas de vida milenarias.

  • Precios acordados contra la guerra económica

    La Asamblea Nacional Constituyente aprobó hace una semana la Ley Constitucional de Precios Acordados, la segunda de las ocho leyes presentadas por el camarada presidente Nicolás Maduro que hemos aprobado

  • La importancia de un “mazo” en una revolución

    Pasarán más de mil años, muchos más (como acotaba el bolero), y los estudiosos del tema político no encontrarán todavía explicaciones lógicas al descalabro de la oposición venezolana, cuyo fracaso no se circunscribe únicamente a la sustancial caída en el respaldo entre su propia militancia, sino al desmantelamiento de ese entente contrarrevolucionario producto de las diferencias y desacuerdos irreconciliables entre sus integrantes, que dilapidaron de la manera más irresponsable el más cuantioso apoyo económico del que haya dispuesto fuerza política alguna en la historia venezolana, y el más amplio respaldo por parte del imperio norteamericano, de toda su maquinaria de desestabilización económica y política, así como de la más poderosa red de corporaciones mediáticas nacionales y transnacionales al servicio del gran capital.

  • Poder constituyente y lucha anticorrupción

    El estado venezolano ha iniciado una verdadera cruzada contra la corrupción, cuyo éxito es vital en esta coyuntura para la continuidad del proyecto socialista contemplado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Si prevalece este flagelo, la corrupción, no podremos alcanzar la estabilidad económica y política que necesita el país. Se ha dicho en otras oportunidades: el reformismo; y como parte integrante de esa desviación ideológica, la corrupción practicada por funcionarios del gobierno revolucionario, pueden hacer más daño al proceso que los intentos de golpe de estado del imperialismo y sus aliados.

  • Nos duele Chávez

    Nos duele Chávez, nos duele que algunos quieran usarlo como bandera para cubrirse con él y no para alzarla en la batalla por la honestidad, por el poder popular, por la democracia revolucionaria, por la dignidad nacional. Todos escuchamos muchas veces decir al Comandante que él no tenía compromisos particulares, que su compromiso era con todo un pueblo.Nadie por más cercano que ha estado de él puede apropiárselo y mucho menos para propósitos innobles.

  • La seguridad, patrimonio colectivo

    “La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes”, acostumbraba a decir el héroe patrio argentino José De San Martín. Y es que en su visión de gobernante, le correspondía al Estado garantizar el bienestar de todos.