Carola Chávez

  • Chavistamente: El miedo por la culata

    «El borracho de esta fiesta era Juan Guaidog, el títere de Pompeo, el neo líder de utilería que, desde la tarima, con la idiotez que lo caracteriza, le preguntó a los marcharines que si temían a una guerra civil»

  • Chavistamente: Mentiras contra la paz

    El 10 de octubre de 1990, una muchachita de 15 años dio un testimonio espantoso ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de los Estados Unidos. Según contó la casi niña, bañada en lágrimas, ella misma había visto, con sus propios ojitos, cómo los soldados de Saddam Hussein saquearon el reten de un hospital con tanta maldad que sacaron a los bebés de las incubadoras y los dejaron morir tirados en el suelo. ¡Cómo no iba a conmocionarse el mundo con semejante imagen de la maldad frente a la más pura indefensión!

  • Chavistamente: Otra vez y como siempre

    Oooootra vez el suicidio. Otra vez la esperanza de marketing, las imágenes con photoshop de falsos héroes encapuchados luchando por una libertad que nadie les ha quitado, entre ángeles y banderas.

  • Chavistamente: Yo soy Chávez

    Estábamos en la última curva de la Campaña Perfecta, yo solo llevaba corriendo cuatro semanas de los meses que estuvieron corriendo mis compañeros y Chávez. Una tarde en cada sitio, dos o tres actos en un solo día. Hubiera sido agotador, pero veía a Chávez, incansable, y sabía que uno no se podía cansar. “Tú también eres Chávez mujer venezolana…”

  • Chavistamente: Palabras más, palabras menos

    En esta guerra las palabras son balas, incluso las que no se pronuncian. Es tan duro el asedio que hasta la omisión de una palabra alimenta la hoguera comunicacional que nos quiere consumir. Agobiados por la guerra, dejamos de nombrarla y usamos la palabra “crisis” que nos impone el enemigo, la que lo encubre, la que invisiviliza su ataque feroz, la que lo libra de culpas, la que te culpa a ti, la que culpa a los compañeros, la que desalienta, la que separa, la que te roba la esperanza y te derrota.

  • Chavistamente: Fragmentación indevolvible

    Aún convertidos por su propio esfuerzo en minúsculas partículas de polvo cósmico, la oposición venezolana no deja de meterse ridículos autogoles. Es una tendencia patológica, irreversible, “indevolvible” –diría Ismael García– a la torpeza. No solo se autogolea sino que publicita su estrepitoso fracaso, sin un ápice de pudor, en un show que no sale de las redes sociales y de las cadenas de Whatsapp.

  • Chavistamente: Permisito, perdón

    Mientras un tipo como Bolsonaro vomita un discurso violento, abiertamente, mientras más violento y más brutal, mejor; mientras amenaza con perseguir a os Sin Techo, a los Sin Tierra, es decir a los pobres, mientras le dice a una mujer que es tan fea que no merece ni ser violada, mientras afirma que los negros no sirven ni para reproducirse, mientras glorifica la dictadura militar y sus métodos de tortura, la izquierda progre lo enfrenta como pidiendo permisito, como pidiendo perdón…

  • Chavistamente: El Frente Chamuscado

    En el Aula Magna de la U-U-UCV se montan shows de todo tipo, el último un circo de estrechez mental llamado Frente Amplio, una superproducción mediática para gente superior que reúne lo más granado de la sociedad civil: políticos chamuscados en su salsa golpista, rectores perpetuos, estudiantes ídem, curas conspiradores, profesionales que sí estudiaron, no como los negros flojos que ahora quieren ganar lo mismo que yo, que me quemé las pestañas, periodistas independientes que dependen de las transnacionales de la comunicación, y Andrés Velasquez y dos sindicalistas de pelo chicharrón, para dar al exclusivo Frente el necesario aire de amplitud. Un show cuyo fin fallido era mostrar una oposición plural, unida, fuerte, con un plan, con liderazgo… pues no…

  • Chavistamente: El peor de sus temores

    La gasolina ha sido, desde 1989, una especie de bomba tumba gobierno que estella si le todas el precio. Se supone que el pueblo venezolano permitiría cualquier cosa, menos que le suban la gasolina. Es por eso que hemos resistido en paz durante seis años esta cruel guerra económica que nos han impuesto los dueños del capital. Hemos resistido porque no nos han tocado el precio de la gasolina, y tal…

  • Chavistamente: De lecciones y necedades

    No había dicho nada, pero ya me ladillé: Todavía, y aún después del atentado contra Nicolás, hay quienes no son capaces de entender que somos un país sitiado, con un gobierno amenazado y con la sombra de una guerra encima, SIEMPRE. No solo ayer, también la semana pasada, y la anterior, y la que viene…