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El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, reiteró la denuncia sobre la Ley Helms-Burton, decretada por Estados Unidos (EE.UU.) en 1996, como una violación flagrante del derecho internacional y denunció que el gobierno estadounidense tiene la osadía de pretender regular el futuro de un Estado soberano.
El ministro de Relaciones Exteriores así lo expresó en una conferencia magistral impartida en la inauguración del II seminario internacional “Implicaciones jurídicas de la Ley Helms-Burton en el ordenamiento jurídico estadounidense y su impacto a la Luz del Derecho Internacional”.
Subrayó que la norma persigue la destrucción de la libre autodeterminación del pueblo cubano, así como confiscar su independencia. “Está concebida deliberadamente para causar daño humanitario”, recalcó.
Resulta curioso, agregó, que cinco presidentes estadounidenses se hayan tomado la molestia de evitar de cualquier manera una polémica rigurosa, a fondo, respecto a la pretendida ley.
Apuntó que la legislación restringe en gran medida las operaciones comerciales de la isla con empresarios e individuos estadounidenses, “pretende determinar que es permisible o no”, acotó. Indicó que también trata de presentar al país caribeño como un Estado fallido para aislarlo, demonizarlo y aparentar que las medidas unilateralmente impuestas son necesarias.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, reiteró la denuncia sobre la Ley Helms-Burton, decretada por Estados Unidos (EE.UU.) en 1996, como una violación flagrante del derecho internacional y denunció que el gobierno estadounidense tiene la osadía de pretender regular el futuro de un Estado soberano.
El ministro de Relaciones Exteriores así lo expresó en una conferencia magistral impartida en la inauguración del II seminario internacional “Implicaciones jurídicas de la Ley Helms-Burton en el ordenamiento jurídico estadounidense y su impacto a la Luz del Derecho Internacional”.
Subrayó que la norma persigue la destrucción de la libre autodeterminación del pueblo cubano, así como confiscar su independencia. “Está concebida deliberadamente para causar daño humanitario”, recalcó.
Resulta curioso, agregó, que cinco presidentes estadounidenses se hayan tomado la molestia de evitar de cualquier manera una polémica rigurosa, a fondo, respecto a la pretendida ley.
Apuntó que la legislación restringe en gran medida las operaciones comerciales de la isla con empresarios e individuos estadounidenses, “pretende determinar que es permisible o no”, acotó. Indicó que también trata de presentar al país caribeño como un Estado fallido para aislarlo, demonizarlo y aparentar que las medidas unilateralmente impuestas son necesarias.
Fuente: PL