Opinión / Noticias
Por: Earle Herrera
Aparte de asesinar indígenas y reprimir al pueblo ecuatoriano, el Iscariote Lenín Moreno no atina a decir otra cosa que acusar a Rafael Correa por las protestas populares y llamar “asno” al presidente venezolano, Nicolás Maduro. Quisiera el lacayo que el debate se fuera por ese desaguadero, pero quien huyó de Quito cuando se anunció el avance de los pueblos originarios hacia la capital fue él mismo, ahora vociferante. El tembloroso hombrecito se guareció en Guayaquil, entre las bayonetas de militares que lo miraban con bochorno. Un campesino de la sierra lo increpó: “¡No se porte como un pollino, hombre!”… Moreno temblaba.