Opinión / Noticias / Eduardo Piñate
Por Eduardo Piñate R.
El pasado 1 de mayo, en la concentración realizada al final de la monumental marcha de la clase obrera y el pueblo venezolano, el presidente Nicolás Maduro nos convocó a una «gran jornada nacional de diálogo, de acción y de propuestas de todo el Poder Popular para que le digan al Gobierno Bolivariano y a Nicolás Maduro qué hay que cambiar, para un gran plan de cambios dentro de la Revolución Bolivariana.» En otra parte de ese discurso señaló: «…todos los días pienso cómo mejorar. escúchenme bien, cómo podemos mejorar más, qué cosas hay que cambiar qué estamos haciendo mal y tenemos que cambiar definitivamente.» Nos propuso a todos nosotros, que le presentemos «ideas, propuestas concretas», y lo resumió así: «Hay muchas cosas que ya estamos haciendo, pero estoy seguro que hay muchas cosas que ustedes piensan que debemos hacer, que debemos asumirlas y convertirlas en parte de mi plan de gobierno y de acción diaria y permanente…»
Los grandes líderes revolucionarios de la humanidad y de nuestro continente; como Bolívar, Fidel y Hugo Chávez, ante las más grandes dificultades recurrieron a las grandes mayorías para encontrar las respuestas, eso es lo que en esta coyuntura compleja, difícil y exigente de la Patria, está haciendo nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro. Así como en la coyuntura de violencia del año 2017 convocó al Poder Constituyente originario del pueblo para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que trajo la paz y se ha convertido en un importante anillo de seguridad de la revolución y del gobierno, hoy nos convoca a un gran diálogo nacional de las fuerzas de la revolución en el movimiento popular (el Congreso Bolivariano de los Pueblos), en el PSUV y en el gobierno (gobernadores, alcaldes y ministros), para arribar a ese «plan de cambios y rectificación surgido de la sabiduría popular» planteado por el líder de nuestra revolución el 1 de mayo de este año.
Ya el debate comenzó en todo el país, en las más de 42 mil comunidades registradas en la RAAS. Eso implica varios millones de compañeros discutiendo y elaborando colectivamente la política del gobierno, con lo cual se sigue cualificando la democracia bolivariana, la democracia revolucionaria, muy superior a la ficción de democracia que quiere imponernos el imperialismo y además, seguimos evidenciando que los chavistas y el Chavismo somos una fuerza espiritual y material de verdad, que se ve y se expresa todos los días en la calle. Seguimos venciendo.
Caracas, 4 de mayo de 2019