Opinión / Noticias / Francisco Rangel Gómez
Las y los venezolanos nos crecemos ante las dificultades. Lo volvimos a demostrar con la reciente victoria de la democracia participativa consagrada en la Carta Magna, más de 8 millones de compatriotas hicimos frente a las amenazas que pretenden instaurar en la Patria el espiral sin retorno hacia la anarquía y la violencia y, una vez más elegimos el diálogo, el entendimiento usual en el Gobierno donde la voz de la mayoría se impone, designa y rige el sendero con justicia y equidad.
Esta victoria popular golpeó muy fuerte la intención de aquellos que se han sumado al caos desde afuera, la prueba de esto es todas las maniobras por desestabilizarnos: la OEA y sus declaraciones injerencistas, el Mercosur y gobiernos de ultraderecha (algunos con descaro hablan de ‘dictadura’ desde su regímenes de facto) arremetiendo contra los logros del Pueblo Venezolano, desconociendo el proceso constituyente y el orden que se implementará desde la ANC ya instalada.
Pero la escalada en contra de Venezuela va más allá de las declaraciones y vocerías; arrecian desde el ‘dólar paralelo’ a través de la página macabra que reporta niveles inauditos de esa moneda, lo que increíblemente impone nuevos precios a todo y nosotros, en lugar de rechazarlos, seguimos adquiriendo y comprando productos y servicios a precios exhorbitantes, haciéndonos cómplices de la guerra no convencional en contra de nuestro país.
Sería importante que nos preguntemos y profundicemos, cómo es posible que al generarse un aumento del salario a través de decreto presidencial, comience al unísono una inflación desmedida en la que se remarcan los precios, se esconde mercancía, aparece la usura y una cantidad de acciones que golpean los grandes esfuerzos que hace el Pueblo Venezolano junto al Gobierno Nacional para salir adelante y superar la coyuntura.
La guerra no convencional existe, y los únicos que podemos combatirla somos los venezolanos dándonos la mano para hacer lo que verdaderamente nos ayudará a consolidar la Patria Potencia en lo económico: PRODUCIR. Es una necesidad imperiosa que nos exigen los tiempos y la oportunidad de romper el esquema del rentismo petrolero a propósito de las cientos de posibilidades que tenemos gracias a la tierra fértil, a la potencialidad turística, al buen ganado que se procura, a la voluntad de hombres y mujeres que quieren trabajar, y un gobierno aliado de todas las iniciativas que promuevan la producción nacional.
No nos van a detener si nos unimos en esta oportunidad de reordenar al país, de combatir la irracionalidad y promover la justicia. Aprovechemos la voluntad de la mayoría que quiere paz y rechaza la represión y la violencia de los mismos que golpearon el poder adquisitivo y aúpan el dólar negro para sacar al Gobierno a costa del Pueblo Venezolano; la expresión del domingo 30 de julio tiene que ser el principio de un para’o definitivo a todo lo que nos retrasa en la consolidación de un modelo económico distinto, productivo, sustentable; es momento de entender y acatar la voz del Pueblo.
Viviremos y venceremos