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Durante el Aló, Presidente Teórico número 5 que dirigió el líder revolucionario, Hugo Chávez, desde Fuerte Tiuna, en Caracas, el 23 de julio de 2009, el Comandante se refirió a la meta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), de convertir al país en una fortaleza inexpugnable para garantizar la defensa de la soberanía.
«La meta de la Fuerza Armada Bolivariana es convertir a Venezuela en una fortaleza inexpugnable y así la dejaremos a nuestros hijos. ¡Que nadie venga a meterse con nosotros! ¡Que nadie se atreva a meterse con nosotros!», dijo en aquella oportunidad.
En las instalaciones del Comando Logístico del Ejército, donde se reunió con participantes del III Curso de Comando y Estado Mayor Conjunto, Chávez comentó que luego de la rebelión popular conocida como Caracazo, del 27 de febrero de 1989, y posteriormente con la rebelión cívico–militar del 4 de febrero de 1992, la FANB es clave para mantener el proceso de independencia junto al pueblo.
«Ahora estamos obligados a defendernos, a incrementar nuestra capacidad defensiva palmo a palmo, región a región, costa a costa, río a río, llano a llano, lago a lago, mar a mar», enfatizó.
También sostuvo que las fuerzas imperiales históricamente se han encargado de debilitar a los poderes nacionales y regionales, tal como lo hicieron con el Libertador Simón Bolívar durante su lucha por la independencia.
El comandante Chávez manifestó, además, que el pueblo venezolano no es agresor y que, por el contrario, los agresores históricos son otros, por lo cual llamó a la juventud militar a «defender nuestra dignidad y a defender este proceso de independencia que se ha iniciado en Venezuela».
Casi siete años después de esta alocución del líder socialista, Venezuela enfrenta una nueva agresión por parte del Gobierno de Estados Unidos, que el año pasado aprobó un decreto en el que declara a Venezuela como una amenaza para la seguridad de su país.
La medida injerencista, que viola la soberanía nacional, fue renovada hace algunas semanas, también por decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, a pesar de que gobiernos del mundo y organismos internacionales han manifestado su rechazo a este decreto.
AVN