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En el ámbito del derecho, la traición es el delito que comete un civil o un militar cuando atenta contra la seguridad de una nación. En estos casos también se habla de traición a la Patria o Alta traicion. Conspirar contra el gobierno, sublevarse contra las autoridades legal y legítimamente constituidas o cooperar con naciones enemigas o tratar de confundir a naciones amigas, son algunas de las acciones consideradas como traición y penadas por la Ley
El Código Penal venezolano en sus artículos: 128, 129, 132, 133 y 144 establece claramente este delito.
A estas alturas no hay dudas desde el punto de vista del ordenamiento jurídico legal, de la presunción de este delito, por parte de algunos políticos de la oposición venezolana, quienes traicionando el juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes venezolanas, han salido más allá de las fronteras a difamar y tratar de desestabilizar las instituciones venezolanas y en especial a proferir ofensas contra el primer mandatario nacional, el presidente Nicolás Maduro Moros, producto de unas elecciones libres, transparentes y soberanas.
Llama poderosamente la atención, que todos estos personajes que andan proclamando fraude y ofensas al Estado venezolano por el mundo, han sido electos y proclamados, con el mismo sistema y por el mismo ente (CNE) que hoy salen al mundo a difamar. Detrás de ese accionar se configura la felonía contra la paz y la estabilidad de la República.
El artículo 148 de nuestro Código Penal, establece sanciones para quienes profieran ofensas contra el Jefe del Estado y esto ha sido lugar común para la oposición venezolana y sus más conspicuos voceros, dentro y fuera del país.
Ahora bien, desde hace meses hemos venido advirtiendo acerca de la injerencia en los asuntos internos de Venezuela, por parte de factores externos, en las personas del Señor Obama, el señor Roger Noriega, la Señora Roberta Jacobson y su ya nada casual coincidencia con los voceros de oposición en Venezuela. A ello le sumamos la reciente gira internacional realizada para traicionar a Venezuela, por parte de diputadas y diputados de la oposición venezolana, quienes sin rubor alguno han incluso, solicitado la intervención de otros países en nuestros asuntos internos.
Es vergonzosa esta actitud, por parte de quienes en algún momento y utilizando las plenas libertades de nuestro país, hoy gozan de todos sus derechos políticos, civiles y económicos. Es una acción sin parangón en la historia republicana.
Han llegado al colmo de querer usurpar funciones que solo competen al Jefe del Estado venezolano y desarrollan agendas de Estado, con voceros y presidentes de otras naciones, en un intento por crear las condiciones subjetivas que les asegure una especie de Gobierno paralelo, cuando lo que deberían hacer es cumplir las funciones constitucionales que les atribuyen los cargos de elección popular, para los cuales han sido electos, entiéndase diputados y gobernadores.
Desde el punto de vista político, condenamos y denunciamos que existen acciones por parte de este grupo de aventureros de la política por desconocer al pueblo, al Eestado y sus instituciones y desde la perspectiva jurídica, solicitamos que se activen los mecanismos judiciales para someter por vía de nuestras leyes a estos felones.
Alertamos a los pueblos del mundo, de una nueva conspiración contra Venezuela, en connivencia con factores internos y externos.
Bolivarianamente,
José Rafael Ávila
Diputado a la Asamblea Nacional
República Bolivariana de Venezuela